Ya puedes consultar las conclusiones a la que llegamos en los dos últimos debates del Foro ‘Mujeres frente a la pandemia’ en los que reflexionamos sobre algunas buenas prácticas que han servido de guía en la situación de pandemia y postpandemia y planteamos recomendaciones feministas para el futuro desde las lecciones aprendidas en la pandemia.
- A lo largo de los distintos meses durante los que hemos debatido sobre el impacto desproporcionado de la pandemia en las mujeres, nos hemos dado cuenta de hasta qué punto las desigualdades entre las mismas mujeres han sido el detonante para que algunas de ellas todavía sufrieran en mayor medida las consecuencias tanto de la pandemia como de una gestión que no siempre ha tenido en cuenta a las mujeres y, en menos ocasiones todavía, su diversidad. No obstante lo anterior, la pandemia también ha mostrado cómo las mujeres han reaccionado reforzando las organizaciones que ya existían, generando nuevos espacios y, sobre todo, dando respuestas a los retos, viejos y nuevos, que el SARS-CoV-19 está sacando a la luz.
- Respuestas inmediatas y planes de contingencia para afrontar las violencias de género durante los confinamientos, actividades de reflexión y debate que han permitido a las mujeres encontrar respaldo y orientación, observatorios contra la discriminación y la violencia que han cobrado un nuevo impulso y gracias a los cuáles se están cuantificando algunas de las violaciones de derechos que afectan a las mujeres, redes de ayuda para solventar las necesidades más inmediatas relacionadas con la alimentación, el vestido y el calzado, e, incluso, la conciliación, son algunas de las prácticas que han sido ilustradas en los distintos espacios de debate del foro.
- Otras reacciones en estos momentos de crisis, sin embargo, han dejado de lado el enfoque de género provocando ese tremendo impacto del que hemos venido hablando. Efectivamente, en relación con la gestión del VIH y de la prostitución, se pone de manifiesto como en algunos de los momentos más duros, el enfoque de género no sólo ha brillado por su ausencia, sino que las intervenciones que se han realizado han revertido algunos de los avances que se habían conseguido. Con independencia de la posición que desde los distintos feminismos se mantiene en torno a la prostitución, el resultado de la pandemia y su gestión ha sido que mujeres en esta situación de prostitución, muchas migrantes y, en términos generales, pobres, no han contado con más recursos para el acceso a la alimentación, a la vivienda y a la salud que los ofrecidos por las ONGs.
- Con todo, las personas que nos han acompañado, han subrayado cuatro elementos como las claves a tener en cuenta con vistas al futuro: la articulación de las políticas desde un enfoque de género e interseccional, el restablecimiento del valor del cuidado desde el punto de vista institucional, la participación de las mujeres en su diversidad y la generación y atención a los datos.
- Algunos de los planes concretos que ya se han generado, así como de propuestas específicas al respecto, se pueden encontrar en los materiales del foro del mes de septiembre.