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Desde ‘Mujeres frente a la pandemia’ publicamos las conclusiones y recomendaciones a las que llegamos en el II Foro de Debate celebrado de enero a diciembre de 2022.
Para garantizar que los resultados del proyecto lleguen a todas las mujeres, también hemos adaptado este documento a lectura fácil con la colaboración de Plena inclusión Madrid.
Presentación
La segunda edición del Foro ha tenido como finalidad explorar cómo la interseccionalidad afecta a la efectividad de los derechos de las mujeres en una serie de cuestiones clave para que las respuestas a la crisis no dejen a las mujeres, y, en particular a las mujeres en situación de especial vulnerabilidad, atrás.
Las conclusiones de este debate y algunas recomendaciones que a partir de él se consensuaron, pueden consultarse en este documento:
Principales conclusiones y recomendaciones
A lo largo del II Foro ‘Mujeres frente a la pandemia’ hemos debatido sobre brechas laborales de género, feminización de la pobreza, salud integral y derechos sexuales y reproductivos, cuidados y participación.
A continuación, se muestran las 9 conclusiones y recomendaciones finales que las participantes en este segundo Foro planteamos para que en la salida a esta crisis no se quede ninguna mujer atrás:
- LA PANDEMIA HA PROFUNDIZADO FORMAS DE DESIGUALDAD PREXISTENTES ENTRE MUJERES Y HOMBRES Y ENTRE MUJERES. Es decir, las mujeres son y han sido afectadas de formas diferentes y más profundas por la crisis socio-sanitaria que se derivó de la COVID-19 que los hombres. Pero no todas las mujeres se han visto afectadas de la misma forma. Las mujeres en las que confluyen formas de discriminación como la raza, la orientación o la identidad sexual, el origen nacional, la edad, el nivel socio-educativo, la discapacidad o algunas condiciones de salud relevantes han visto especialmente afectados sus derechos.
- LA PANDEMIA HA PUESTO DE MANIFIESTO LAGUNAS HISTÓRICAS EN LAS POLÍTICAS Y NORMATIVAS QUE JUSTIFICABAN Y ALIMENTABAN BRECHAS LABORALES. Las brechas laborales afectan en mayor medida a las mujeres situadas en el cruce entre sistemas de opresión y la pandemia se ha cebado en mayor medida con ellas. La tasa de actividad de las mujeres con discapacidad es inferior a la de hombres con discapacidad y mujeres sin discapacidad y también es inferior su salario. La situación laboral también es peor para las mujeres con discapacidad. Las mujeres con discapacidad se enfrentan a las barreras de todo tipo en el acceso al empleo, incluidas las actitudinales. Por otro lado, los estereotipos que pesan sobre las mujeres con discapacidad invisibilizan la enorme cantidad de trabajo que llevan a cabo.
- Una cuestión que ha sido central no sólo para entender las desigualdades a las que las mujeres se enfrentan y se enfrentaron especialmente durante la pandemia, es la relativa al cuidado y es que LAS OBLIGACIONES DE CUIDADO SE CONSTITUYEN DE FORMA ESPECIAL COMO FUENTE DE DESIGUALDAD PARA LAS MUJERES.
- EL EDADISMO, EL RACISMO Y LA XENOFOBIA SON FACTORES QUE SE SUMAN AL GÉNERO COMO CONDICIONANTES DE LA POBREZA. Las medidas para atajarla deben tenerlo muy en cuenta y cualquier respuesta pública a las situaciones de explotación debe afrontar también los prejuicios y estereotipos que los alimentan.
- LAS MUJERES RURALES FUERON EN MUCHOS CASOS LA ÚNICA RESPUESTA A LA COVID 19 EN EL MEDIO RURAL, ayudaron a sus vecinos y vecinas, tejieron una redes de apoyo para proteger a aquellos grupos más vulnerables en esta situación.De nuevo las mujeres se situaron en la primera línea de respuesta. La mujer en el entorno rural pasó de ser la colaborada en los negocios rurales (recordemos que las mujeres rurales tienen un papel de subalternan en la agricultura y ganadería) a ser una cuidadora necesaria y de los pocos medios que el medio rural tenía para soportar la situación. Las mujeres y las redes de mujeres llegaron a donde no llegaba el Estado.
- LA PANDEMIA HA SERVIDO PARA TOMAR EN SERIO LA REIVINDICACIONES EN TORNO A LOS CUIDADOS PUES HA PUESTO DE MANIFIESTO LAS CARENCIAS DEL SISTEMA. La pandemia ha incrementado la brecha de cuidados porque ha traído un incremento de trabajo de cuidados no remunerados y ha puesto en evidencia como estas tareas recaen sobre las mujeres.
- NO PUEDE HABER UNA RESPUESTA FEMINISTA SI NO HAY MUJERES CONSTRUYENDO ESA RESPUESTA, pero en los distintos escenarios de debate en el marco del II Foro se ha constatado que las mujeres no hemos estado representadas en condiciones de igualdad en la toma de decisiones en los organismos de gestión de la pandemia.
- INCORPORAR LA PERSPECTIVA, LA OPINIÓN Y LA EXPERIENCIA Y LOS CONOCIMIENTOS DE LAS MUJERES EN LA RESPUESTA A LA PANDEMIA ES FUNDAMENTAL, primero, porque las mujeres son, sin duda alguna, quienes han respondido con más fuerza a las necesidades generadas durante la pandemia (pensemos en las necesidades de cuidados y sanitarias) y, segundo, porque el impacto de la pandemia sobre las mujeres fue mayor fruto también de su exposición de las desigualdades preexistentes.
- LA CAPACIDAD DE RESILIENCIA A ESTE TIPO DE CRISIS DEBE ENTENDERSE DESDE LA CAPACIDAD DE ELABORAR RESPUESTAS SENSIBLES AL GÉNERO, ASÍ COMO A OTRAS CARACTERÍSTICAS PERSONALES QUE ORIGINAN DISCRIMINACIÓN Y SON FUENTE DE OPRESIÓN EN SOCIEDADES COMO LAS NUESTRAS.